lunes, 31 de octubre de 2011

China, la potencia emergente y nosotros.

¿Qué tenemos nosotros que no hemos avanzado a la velocidad de los chinos?  Hace cuarenta años parecía que México iba a ser la nueva potencia.  El crecimiento era alto y todo indicaba que íbamos por muy buen camino. ¿Qué fue lo que nos detuvo y nos hizo retroceder?
·       La indisciplina de los mexicanos
·       El incumplimiento de nuestras maravillosas leyes y constitución
·       La corrupción de nuestros gobernantes
·       La corrupción con que se maneja el pueblo mexicano (unos ofrecen mordidas, otros las reciben y otros las piden y otros sólo las dan)
·       La falta de educación y cultura
·       La desidia y dejar todo para mañana.
·       El incumplimiento de los plazos, citas, compromisos.
·       El hacer las cosas “al ahí se van”
Los chinos tienen disciplina y las cosas las hacen o “al ahí se van” o bien, según sea el caso, pero lo que parece ser la gran diferencia es su ingenio, su enjundia y su gran deseo de sobresalir.  Ellos quieren vender y para vender hay que producir y para producir hay que trabajar.
Habría que analizar realmente por qué han avanzado tanto.
En veinte años se transformaron las ciudades, crecieron hacia arriba, hay carreteras nuevas, puentes, rascacielos, autos por todos lados.
La diferencia es las ganas de salir y de todos, de salir de la pobreza de la desigualdad.  Los jóvenes y no sólo los hombres sino las niñas están dispuestos a trabajar y a aprender por una paga mínima mientras se vuelven expertos y luego con fuerza a lograr ser la potencia que son ahora y a ganarle a todos.
¡Hagamos algo!

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