Las cosas se van transformando y otras desparecen o casi desaparecen.
Correos postales
Los correos electrónicos y los servicios de entrega inmediata como UPS, DHL o Federal Express han acabado con el uso del correo, el cual en esta época resulta demasiado lento. En la actualidad, la mayor parte de la correspondencia que nos trae el cartero está integrada por cartas de propaganda (correo basura) y facturas por pagar.
Cheques
Las tarjetas plásticas de crédito/débito, y las transacciones en-línea substituyen el cheque.
Los Diarios
Esta costumbre se substituye por los diarios en-línea.
Los Libros
Actualmente, puedes navegar por una librería en-línea, e incluso leer un capítulo del libro que les guste antes de comprarlo. El precio de un libro electrónico es de menos de la mitad del que pagarían por un libro impreso.
El Teléfono Convencional
A menos que tengan una familia numerosa y hagan una gran cantidad de llamadas, un teléfono convencional se vuelve casi innecesario.
La Música
La “música en línea” representa más del 40% de la música comprada en la actualidad,
Televisión
Los programas que se pasan en horarios de máxima audiencia han degenerado tanto que han descendido más allá del denominador común más bajo. Dejen que la gente elija lo que quiere ver… ya sea en-línea y/o a través de Netflix.
Todo se vuelve obsoleto rápidamente
En ese mundo virtual, ustedes podrán acceder a su música, sus libros, o sus cosas favoritas ya sea desde su computadora portátil (laptop) o desde cualquier otro dispositivo portátil.
Ojalá que el Alzheimer no nos despoje de los recuerdos, de los cariños, de las cartas de amor y de las flores con olor.
¡Hagamos algo!
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